nirvano
sueño que aromando pasas
fugaz dríada
cristalina hada
con tu piel
de cera y tus hechizos vagas,
a su tersura
rozar quisiera
sentir el
austro en tu primavera
florear
abriles de tu rica savia
apresar tu
cuerpo en mi enredadera.
Prendada
en su encanto asiré mis alas
al nácar
embrujo en que me enlazas
Alfár
divino de solazul mirada
mi éter
cautivas en tu alma maga
y
tornasolas por mis riberas
sol
redivivo de abril quimera;
embebe mi
aroma de heno de Pravía
que ansío
en tus lianas ser prisionera.
Inquieta hada de albo rostro
libélula
errante de astrales vuelos
rendido a
raudales al clamor de mis ruegos
envuelve mi
alma en el cendal de tu cuerpo,
palpable
criatura surgida de un sueño
lumbre de
luz de erguida flama
moldeado a
ti mis redores desdeño
prendido en
ti mi amor te aclama
ilota fiel
de tus antojos
y a los
nenúfares de tus ojos.
En suave florilegio mi vuelo retozo
para
dormirme en tus ojos, ánforas de cielo,
lucernas
infinitas de celeste fuego.
Ceñido en
mi corsé de aurífero velo
juega con
mis lunas mi duende risueño
que en
blando espejismo mi claror se inflama
y al
rayar el alba rocía de ensueño
la rosa
desnuda tras de la retama,
crisálidas
blancas tiemblan en sonrojos
déjalas
posarse en mis brezos rojos.
Recorro
cauteloso las grietas de tu sombra
en duende
convertido mi presencia no la notas
con pasos
sigilosos traspaso tus sentidos
y el espejo
de tu alma revela el reflejo mío,
seguí
alucinado tras el signo de tu huella
recorrí el
sendero en la oquedad de tu silencio
y ascendido
al inmarcesible boscaje te presencio
y un sublime
resplandor en mi pecho centella.
Destellan
luces en tu aura de hada
como luna
llena en mi iris prende
palpita su
rutilar y mi cuerpo treme
como débil
hoja que de la rama pende.
Un rumor de
ecos traen lejanos vientos
secretos
gitanos en sus cantos verdiales
tejen de
espigas tus rubiales nidales
y en ti eternamente mi amor aposento.
Mi voz en
arpegio de brisa te nombra
me llevas
aun bosque en alas ignotas,
alada al
enigma de tu blondo ejido
botones
de oro a tu cendal glorío.
En lagos
de ágata, lámparas centellas
espejean
inquietas garzo sortilegio,
un hada
de cristal y un duende egregio
magnéticos
se alzan en espiral de estrellas;
te nazco
como ninfa de luna argentada,
me creces
como un sol que dentro esplende
y me
acaricia el aura en su cierzo leve
y me
ondula en rayos lumínicos, turgentes,
me mimas,
me posees ¡Tu y yo barlovento
plenilunado
de amor entre ramales,
entre
campanillas y cantos de quetzales¡
_Al lomo
de un corcel galopamos con el viento_
Alfár:
Elfo